

Pierre Molinier (1900 - 1976), pintor y fotógrafo francés, nacido en Burdeos, donde transcurrirá la mayor parte de su vida. En su primera etapa, más consagrada a la pintura y al dibujo, expone regularmente en los salones como miembro de la Sociedad de Artistas Independientes de su ciudad natal. Sus paisajes y naturalezas muertas, en esta época, se aproximan a los planteamientos impresionistas, mientras que sus retratos y autorretratos poseen matices mucho más expresionistas. A comienzo de los años 50, a raíz de la presentación de su obra "Le Grand Combat", juzgada como indecente, en la que ya aparecen claramente reflejadas las obsesiones eróticas y fetichistas, que caracterizarían toda su trayectoria posterior, se produce una ruptura con su comunidad artística.
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A mediados de los 50, Molinier contacta con André Breton, quién le apoyaría para integrarlo en su grupo y exponer en París, llegando a componer la portada del nº 2 de la revista "Le Surréalisme même" y participando en ediciones posteriores. Formaría parte del movimiento surrealista, aunque sus planteamientos y opiniones diferían, a menudo, del Surrealismo. En 1965 el detonante del conflicto con sus compañeros de grupo sería la presentación de un lienzo que consideraron demasiado irreverente, titulado: "Oh!... Marie, Mère de Dieu" (¡Oh!... María, Madre de Dios). Ello, unido a su difícil carácter, a menudo blasfemo y obsceno, acabaría desembocando en un alejamiento de Breton y los surrealistas.
Finalmente, Molinier se recluyó en su pequeño apartamento de Burdeos, prácticamente marginado y aislado del resto del mundo, frecuentado en ocasiones por su pequeño grupo de amigos y amantes (hombres y mujeres), donde se consagrará totalmente a su obra plástica y en especial a la fotografía, camino que ya había emprendido desde los años 60. Su obra fotográfica, basada principalmente en autorretratos y en composiciones de fotomontajes, donde Moliner se erige en el propio objeto y sujeto de la obra, es una de las expresiones eróticas más fascinantes que ha dado el arte del siglo XX. Pierre Moliner, precursor del Body Art, se reinventa una y mil veces a través de un transformismo narcisista, en el que usará sus fetiches femeninos favoritos como medias, zapatos de tacón de aguja, corsés, guantes, etc. y objetos fálicos, tales como variados consoladores elaborados por él, para convertirse en un ser imaginario, andrógino, casi mitológico, que reúne en sí mismo la esencia de ambos géneros. Recrea un erotismo onanísitico, de gozo autosuficiente y egocéntrico y de tono sadomasoquista, transgrediendo a su vez los valores ortodoxos de la virilidad. Para sus características composiciones "calidoscópicas", se sirve del fotomontaje y de la integración de múltiples fragmentos corporales, a modo de piernas, torsos y brazos de maniquís creados por él, al estilo de las muñecas de Hans Bellmer.
Pierre Molinier se suicidaría en 1976 en su apartamento, mandando una nota a sus amigos que decia: "Je me tue. La clé est chez le concierge." (Me mato. La llave la tiene el conserge.). Era una muerte anunciada. Ya en los años 50 expresó reiteradamente su deseo de morir. Se construyó una cruz, de las de cementerio, con el siguiente epitafio: "Aquí yace Pierre Molinier, nacido el 13 de Abril de 1900, muerto hacia 1950. Fue un hombre sin moralidad. Inútil llorar por él." Su suicidio fue un acto sereno y meditado, enmarcado en un escenario elaborado, como si se tratase de la culminación de su obra, en la que inevitablemente todo el proceso de manipulación del cuerpo debiera acabar en su desintegración.

Vida: Licenciado en Bellas Artes. A la corta edad de 19 años los médicos le diagnosticaron esquizofrenia. Vive encerrado en un piso de Madrid con apenas dos habitaciones donde ha realizado la totalidad de su obra fotográfica, sin tomar medicación, sin comunicación con el exterior, sin radio, prensa, libros ni televisión. Vegetariano desde los 20 años, practica la abstinencia sexual, y se somete a severos ayunos que le mantinen un estado de delgadez extrema.
Obra: Sus imágenes llegaron a las manos del galerista Renos Xippas quien le dedicó una exposición en su galería de París, fue allí donde Léo Scheer descubrió su obra, impresionado por su fuerza decidió hacerse editor para poder divulgar su obra. Ha publicado ya dos libros de fotos. Autodidacta dentro de la fotografía, sorprende por su sabia utilización de la técnica, el dominio de la luz y los claroscuros de sus fotografías, no manipula el positivado aunque si utiliza la doble exposición.

Su obra es casi desconocida en España, en Francia ha sido promocionada por gente de la categoría del antes citado Léo Sheer, filósofo crítico y uno de los promotores de Canal + Francia, e incluso ha sido objeto de un artículo de Jean Baudrillard.
El único referente cercano a su obra puede ser la del artista Joel-Peter Witkin, aunque el busca sus modelos en personas ajenas o en cadáveres, no como Nebreda que basa todo su trabajo en su propia persona.
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